martes, 19 de julio de 2011

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Plaza.

Se tiró contra un árbol para llenarse con el calor del sol, como también lo hacían quienes colmaban la plaza. No tenía mucho abrigo y la mitad de su cuerpo ya estaba consumido por los edificios.
 Los bancos eran compartidos entre desconocidos; una señora leía apuntes y a su lado una pareja. En otro banco; madre e hija anidaban, entregadas a un sueño liviano que en pocos minutos sería interrumpido por el mismo edificio. Una chica con gafas oscuras; no se sabe que piensa, no se sabe que mira, cruza el brazo izquierdo sobre su cintura y con el otro se toca a cara.

Cookie.

En mi bolso encontré un pedazo de galletita. quedó de anoche, se salió del paquete. La comí y noté que estaba húmeda como el clima.


Cookie:
  • "La noche cerró por fin." -Horacio Quiroga- (dos cachorros...)
Tarea para el hogar:
  • Recordar al menos un sueño por semana.

*Cuando los días nacen para mentir*

Dinámico

 Al sol de otoño todavía le divierte
abrazar con calidez
alguna tarde
de principios de otoño.

Hoy queda sólo
la mitad de flores
en los árboles.
Las demás ya han caído
y son barridas por el viento
que las reemplaza
con hojas secas.

La más hermosa comisura.

Esa brisa que le miente a los sentidos, haciéndole creer que es primavera a una tarde de invierno.
Y la comisura de sus labios de a poco deja ver sus dientes, cuando regala una sonrisa a un chiste de medianoche.

Los días se equivocan.

Insisto en que a veces los días se equivocan de estación. Y soy partidaria del: "Si es invierno, es invierno. Si es verano, es verano."
 Y si hay sol y hace un poco de calor, cuando debería hacer frío, digo: "No, no me interesa este regalo. No va a cambiar mi ánimo."

Cookie:
  • "A veces hay que ser más inteligente de lo que uno quiere."
Tarea para el hogar:
  • Mirar al sol con los ojos entreabiertos, hasta notar el arco iris de tus pestañas.

*Vestigios de niñez*

A los diez años.

 Un pequeño ojo me observa detrás de un asiento en el tren. es una niña de unos diez años.
 No puedo evitar ahogarme en envidia, cuando la veo reír a carcajadas con su hermano y su padre. La alegría de los tres se ve tan genuina.

Pizza casera.

Cuando el más rico olor a pizza se hacía presente en las cenas de los sábados. una de las cosas que ella adoraba hacer, era acercarse un vaso con gaseosa ante sus ojos y mirar dentro de una de sus tantas burbujas, para seguirla en su viaje a la superficie. El crujir del liquido junto con el de su panza eran las principales notas de una melodía que no volverá a escuchar.

A Hector Larrea.

 Los locutores de radio no se enteran de que, algún fiel oyente ya no puede sintonizar el dial.

Cookies:
  • Se dedicó a la pintura, sólo por el deleite de esparcir el pastel al óleo con el dedo.
Tarea para el hogar:
  • Observar como el viento sincroniza el movimiento de una pelusa que cuelga de una reja.
  • Con un ojo cerrado; buscar la simetría de los objetos que se pueden ver a través de una ventana.

*Celestial*

Siempre tuvimos razón.

 A veces sienten que el cielo se les viene encima.
 Y que todavía los persigue la idea de que la tierra es plana.


Butaca.

  Desde aquí arriba nadamos sobre rieles y podemos ver el final de una calle donde; recostado hay un perro y los niños juegan sobre escombros.
 La naturaleza quiere pasar desapercibida. No hace frío, ni calor. El cielo nublado se adueña de la gama de colores y todo lo convierte en escala de valores. Mientras, frente a mi hay sentados dos niños. Todo lo ven, nada se les escapa.


Amarillo sepia.

El cielo ya en atardecer, está cubiero de delgadas nubes y el amarillo sepia baña lentamente el rostro de los cansados, desesperanzados e inertes pasajeros.

Cookies:
  • Le gustan los perros marmolados, porque la hacen pensar en un esponjoso budín.
  • Él la mira con desprecio y deseo. Busca sus piernas debajo de la mesa.
Tarea para el hogar:

  • Observar en un patio con el pasto crecido; como un pajarito se esconde y se lo puede ver sólo cuando pega saltos altos.

*Donde cualquiera podría dormir*

Todo flotamos aquí

 Otra vez la habitación suspendida en la nada. si me levanto de la silla y camino hacia un lado, todo se inclinaría.
 Han pasado varios años ya desde la última vez que sentí lo mismo. No lo extrañaba, pero no me disgusta. Sólo lo acepto y lo dejo fluir.
 En la anterior ocasión eramos casi las mismas personas, pero con personalidades diferentes a las que tenemos ahora. Si no fuese que al mirar por la ventana puedo distinguir en la oscuridad un tanque de agua, pensaría que estamos flotando realmente.

Azul sepia.

 Luego de escucharlo jadear de miedo; mientras su realidad se entrega a una pesadilla, la habitación deja de ser oscura y comienza a vestir el azul sepia del amanecer.

Como crear lugares.

 Se puede observar en alguna habitación; un cuadro en el que alguien dibujó un paisaje. ¿Ese lugar existe, existió ó quizas sólo sea su imaginación la que lo hizo real?

Cookies:
  • Viene caminando una mujer. Al estampado de su ropa le sobra estimulo visual. Fractales, arabescos, colores.
  • Desde la ventanilla del colectivo se ve una lluvia de papelitos. Miro al cielo y no veo nubes de cuadernos.
  • Como el agua se apodera del papel.

*Nubosidad variable*

Día Gris.

 Algún día podrá elegir que conversaciones escuchar.
 Algún día podrá sonreir aunque no lo sienta.
Esa mañana, usará unos jeans rotos y unas gafas oscuras. Luego, saldrá a caminar sobre el cordón de la vereda; mientras el cemento nublado la envuelve. Así de a poco desaparece, aquella sensación que la retuerce, hasta escurrir sus negaciones últimas. Esas que la desafían por las noches y la llevan a lo más oscuro de sus pensamientos.

 Algún día...

La siesta del perro.

 En este día gris húmedo; me recuesto sobre una manta en el patio y escucho los deseos que él me quiere compartir. En un rincón sobre el césped; respira convulsamente la bestía mientras duerme. Decidimos refrescarlo con la manguera. El animal se despierta y de un salto nos muestra su juguetona fiereza, siguiendo los hilos de agua que van de un lado a otro.
 En cualquier momento, el cielo envidioso nos sorprendería con lluvia.

La diversidad.

 Mientras estas acá, te permitiré mirar a tu alrededor. Te mostraré la diversidad.
 Mientras estas acá, lo que te rodea chocará contra tus ojos, como las gotas de lluvia chocan contra la ventana de tu habitación.


Cookies:
  • ".. a mi me enseñó una señora más grande que yo hace un tiempo, ahora yo soy más grande que ella.. "

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*Regalando aliento*

El hermoso día se notaba en su cara plácida. Él; un anciano andando en bicicleta que venía en mi dirección. No se agarraba del manubrio; tenía los labios cerrados en perfecta armonía, los ojos entre abiertos; como quién mira a través de las pestañas el éter del cielo, la cara plana sin arrugas; parecía no haberse enterado del paso del tiempo. Cuanto más se acercaba, más abría su boca. Me pareció tan graciosa su actitud y tan injusto que yo siendo más joven me haga cargo de la existencia, cuando a él parecía no interesarle. Al tenerlo ya a mi lado, tuve el impulso de llenarme los pulmones de aire, pegar un salto y soplar dentro de su boca. Lo despabilé. Él abrió sus ojos, me asusté y seguí caminando por la silenciosa calle.


*Un clásico desarrollo*

Dicen que la primera decepción del humano es salir del vientre materno. Ahora me veo recostado en la cama con varios años ya encima. Reconozco como el tiempo se atrevió a desarrollar el indefenso feto. Obligó a que los huesos, carne y piel; se amolden, estiren y agranden sólo para satisfacer su capricho.
 Y la sangre también es cómplice del tiempo; le es fiel con su fluidez constante. Pero más cómplices son los ojos que todo lo vieron y nada hicieron más que llorar.